Primer certamen de jóvenes críticos en el Festival Internacional de Buenos Aires

lunes, 12 de octubre de 2009

Teatro de denuncia


Por Franco Candiloro

En Mujer Asfalto se trazan dos caminos donde lo poético y lo real se cruzan. Dos líneas paralelas donde este cuerpo es dominado, sometido sin caer en la cuenta de lo que las palabras dicen: -“Soy carne”

De este modo la compañía africana de Mozambique Mutumbela GoGo pone en escena textos de Alain Kamal Martial, donde una prostituta nos hace perder entre el habla y el canto. Hace que nos extraviemos entre un cuerpo que pareciera bailar, pareciera estar feliz, a lo largo de varios fragmentos donde la historia se desenlaza.

Es por eso que la obra refleja el trabajo poético basado en la realidad, mientras algunos videos proyectados dejan ver lo crudo y real que cuestiona el sacrificio del cuerpo mismo. Esto toma cuerpo en el video final donde un animal es degollado; pero también en lo que Lucrecia Paco narra acerca de esta mujer sometida a la que todos ven tan solo como una “Puta”. De esta esclava sometida. Una “puta” que no se reconoce a sí misma, que dice no ser ella. Una “puta” que fragmenta su cuerpo.

La importancia de la música en la obra demuestra una fuerte identidad de este pueblo africano, donde el mismo músico está presente todo tiempo en escena. A su vez juega un rol de actor que interactúa con la protagonista más allá de los instrumentos con los que acompaña; y a su vez, otras veces se aleja tomando el rol como espectador de esta mujer. Se aleja para ser también, como nosotros, testigos de esta historia.

Un poco de historia
El teatro en Mozambique estaba fuertemente ligado a historias de los colonizadores que imponían sus culturas. En junio de 1975 el país se independizó y surgieron nuevos grupos teatrales que decidieron trabajar de un modo satírico y crítico sobre esos colonizadores, que en su mayoría eran portugueses.
Sin embargo, esta compañía también trabajó con otros textos más clásicos como la obra Woyzeck, de Georg Büchner, donde no es casualidad que trate las condiciones del hombre en este personaje que es sometido y dominado, al igual que esta mujer asfalto. Una vez más, aparecen estos esclavos del hombre que son considerados seres inferiores, objetos de violencia y sometimiento.
Un modo de denuncia, mezcla de crítica y realidad expresado con recursos del teatro.

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