Primer certamen de jóvenes críticos en el Festival Internacional de Buenos Aires
martes, 6 de octubre de 2009
Ojos que se abren
Crónica del día previo, encuentro en La Boca y acreditaciones varias.
Refugiado en una escuela de La Boca comenzó el trabajo de los nuevos jóvenes de Formación de Espectadores. Subdivididos en cuatro grupos, el equipo integrado por alumnos de distintas escuelas de Capital de entre 16 y 22 años, fue llenándose de conocimientos teatrales desde un punto de vista crítico. Los afortunados ganadores del certamen “Ojos al mundo” trabajarán, según lo planteado, en formatos periodísticos de todo tipo (notas de color, de fondo, crónicas y entrevistas) teniendo al Festival Internacional de Buenos Aires como tema. Además, estos indagarán sobre la función y organización de un festival y los distintos circuitos de teatro de nuestra ciudad. Dentro de la experiencia, los jóvenes investigarán acerca de los elencos participantes y de sus influencias artísticas.
Dos días más tarde y horas antes de la inauguración de la séptima edición del FIBA, el grupo junto con sus coordinadores, volvió a reunirse, pero esta vez en el flamante y ansioso Harrods ubicado en San Martín y Córdoba. Este será, en esta oportunidad, el anfitrión del más amplio abanico de espectáculos internacionales. Aquí los trece participantes cuentan con una equipada oficina de redacción en dónde se racionaron la amplia cartelera de actividades que el festival les ofrece para las siguientes dos semanas. Hamlet cinematográfico, Stravinsky tan sólo en acordeón, y la participación de reconocidas personalidades como la chica Almodovar Assumpta Serna fueron algunos de los temas que invadieron la sala durante hora y media. A lo largo del certamen, el privilegiado equipo contará con la visita de personajes de distintas áreas artísticas y periodísticas desde el teatro musical (de la mano de Diego Fischerman) y la danza (Ale Cosín) hasta el periodismo de espectáculos (Alejandro Cruz, de La Nación y Camilo Sánchez, de Clarín).
Por delante, sólo resta aprender de la experiencia ajena y crear críticamente diversas opiniones sobre el trabajo artístico desde la investigación periodística… porque de verdad, no hay verdad artística.
Por Nicolás Baruj Conde.